La función respiratoria fisiológicamente ha de ser nasal. Cuando hay algún impedimento, ya sea orgánico o funcional, ésta se modifica y pasa a ser de modo oral o bucal.  Esta modificación puede romper el equilibrio muscular cráneo-facial-cervical y comprometer la realización de otras funciones orofaciales tales como la deglución, la masticación, el habla y la voz.

La detección en los primeros años de vida es fundamental para evitar y prevenir otras alteraciones o consecuencias que pueden ir asociadas como pueden ser las dificultades atencionales y las consecuentes repercusiones en el seguimiento de los aprendizajes escolares.

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