Con esta filosofía, tan de moda en nuestros días, la pedagoga italiana María Montessori nos enseñó a como promover un ambiente rico y preparado, donde cada elemento tiene su significado para fomentar el desarrollo de los pequeños aprendices. Una interesante pedagogía basada en infinidad de materiales, creados de manera casera o diseñados explícitamente para ello, para favorecer que los niños puedan explorar, generar interés y aprender, permitiendo que sean ellos mismos quien reconozcan el error por sí solos y se hagan responsables de su propio proceso de aprendizaje. Realmente un gran método, precursor de la educación sensorial, pionero en su época y aún referente en la sociedad actual.