Descripción
Debido al carácter alfabético de nuestra lengua escrita a cada grafema le corresponde un fonema, lo que implica que el alumno o alumna que se inicia en la lectura, debe ser capaz de analizar fonéticamente la cadena hablada, para establecer la correspondencia entre grafías y fonemas.
Es habitual que en la etapa de preparación para la lectura se realicen predominantemente tareas relacionadas con aspectos del desarrollo perceptivo-motriz: actividades de orientación espacio-temporal, esquema corporal, discriminación de figuras, memoria visual…, tareas utilizadas también en el tratamiento de las dificultades lectoescritoras. En cambio, las investigaciones de los últimos años ponen de manifiesto que el éxito en el aprendizaje lector va más unido a factores de origen lingüístico que a factores de tipo perceptivo. Se ha demostrado repetidamente que los escolares con serios problemas en lectura muestran escasa habilidad para realizar actividades de segmentación y manipulación sobre aspectos del habla, tales como: aislar fonos, tareas de audición y omisión, comparación silábica y fonémica. En cambio, los considerados buenos lectores realizan con destreza este tipo de actividades, que resultan difíciles para los lectores retrasados.
En base a estas investigaciones que demuestran la existencia de una relación de causa-efecto entre habilidades metafonológicas y aprendizaje lector, debería proporcionarse al alumnado en la etapa de Educación Infantil experiencias y tareas que facilitaran la toma de conciencia de la estructura fónica de las palabras, antes de iniciarles en las técnicas lectora y escritora.
Desarrollar esa conciencia fónica es la finalidad de este programa, estructurado y secuenciado en tres tipos de actividades:
- Segmentación de palabras.
- Segmentación de sílabas.
- Segmentación de fonemas.
Puede comenzar a aplicarse a los cuatro años (segmentación de palabras y algunas actividades de segmentación silábica y de rimas) y finalizarse, o bien aplicarse completo, en el último año de la Escuela Infantil, antes de la enseñanza formal de la lectura. Está especialmente recomendado para niños y niñas en los que se detecten dificultades lingüísticas específicas, para escolares que tardan en iniciar su proceso lector o lo hacen con excesiva lentitud, para aquellos que cometen abundantes errores y, en particular; para los alumnos considerados de necesidades educativas especiales.
El proceso de reflexión sobre fonemas, iniciado en este programa, debe continuarse con otras actividades más complejas (omisión, adición, inversión. aislamiento de fonos…), al mismo tiempo que se enseñan las letras. Consideramos que, debido a la dificultad que encierran para los niños, estas actividades de segmentación de fonemas deben realizarse simultáneamente a la enseñanza de las técnicas lectora y escritora.