Descripción
Juego para desarrollar la motricidad fina con formas y colores
¿Sabías que tu hijo puede mejorar su coordinación y concentración mientras juega? Con este juego para trabajar la motricidad fina, las formas y colores se convierten en aliados del aprendizaje. Ideal para padres, terapeutas y educadores que buscan materiales manipulativos eficaces y duraderos.
Este juego de motricidad fina con formas y colores está diseñado para fomentar el desarrollo psicomotor y cognitivo a través del juego activo. Incluye piezas geométricas de colores, un tablero con orificios y un destornillador de madera adaptado a las manos infantiles. Los niños deben enroscar cada figura en su lugar, lo que exige precisión, control y atención.
Además, gracias a las tarjetas de patrones, pueden imitar modelos, hacer seriaciones y aprender a organizar elementos por forma y color, todo mientras se divierten.
Este recurso permite:
- Clasificar formas y colores según los patrones visuales.
- Reproducir modelos y secuencias.
- Desarrollar habilidades de enroscar y desenroscar con herramientas.
- Favorecer la construcción libre y creativa.
- Desarrolla la motricidad fina y la coordinación óculo-manual.
- Mejora la concentración, atención y memoria visual.
- Estimula el pensamiento lógico y la resolución de problemas.
- Fomenta la autonomía y la destreza manual.
- Introduce conceptos básicos de formas, colores y clasificación.
El niño escoge una tarjeta de patrón o juega libremente. Utilizando el destornillador de madera, debe insertar y girar cada pieza para fijarla en el tablero, siguiendo la secuencia correcta. Esta acción requiere precisión, lo que la convierte en una excelente actividad para fortalecer la motricidad fina, el pensamiento secuencial y la autonomía en el juego.
Incluye una base de madera perforada, figuras geométricas (círculos, estrellas, triángulos, etc.) en colores primarios, un destornillador de madera y varias tarjetas de patrones visuales. Todas las piezas están fabricadas en madera robusta, con acabados suaves y sin bordes peligrosos.
Está recomendado a partir de los 3 años, ya que requiere cierta coordinación y fuerza en la pinza manual.

